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El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS) ha destinado $10 millones a un nuevo programa de salud para mujeres embarazadas y en posparto.
La Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA) lidera este programa, que busca atender los trastornos de salud mental y el consumo de sustancias. Aproximadamente 1 de cada 5 mujeres embarazadas o en posparto en los Estados Unidos enfrenta problemas como depresión, ansiedad o adicciones.
El secretario del HHS, Xavier Becerra, destacó la importancia de proteger la salud mental de las madres. Subrayó que este esfuerzo refleja el compromiso de la Administración Biden-Harris con la mejora de la salud de las mujeres en todo el país.
Objetivos del programa
El programa busca garantizar tratamientos culturalmente relevantes, oportunos y basados en evidencia para la salud conductual materna. Además, fortalecerá las vías de derivación comunitaria y facilitará transiciones fluidas en la atención de las mujeres.
Estos esfuerzos se centran en las mujeres en períodos perinatales y posparto, con el objetivo de abordar tanto trastornos mentales como problemas de consumo de sustancias.
Parte de una estrategia nacional
La inversión forma parte del Plan de la Casa Blanca para enfrentar la crisis de salud materna. También apoya la Estrategia de Prevención de Sobredosis del HHS y la Agenda de Unidad del Presidente.
Miriam E. Delphin-Rittmon, subsecretaria de Salud Mental y Consumo de Sustancias, resaltó que esta financiación ampliará la capacidad de los proveedores para identificar y tratar problemas de salud conductual.
Impacto en las comunidades
Este nuevo programa busca no solo mejorar el acceso a servicios de salud mental, sino también fortalecer el bienestar de las familias. La salud conductual materna es fundamental para garantizar un futuro más saludable para madres y niños.